Original English Article: Different Degrees of No-Self: Non-Doership, Non-dual, Anatta, Total Exertion and Dealing with Pitfalls
New Translation (Parte 1)
“Abr
27
Diferentes Grados de No‑Self: No‑Accionismo, No‑Dualidad,
Anatta, Exertión Total y Cómo Enfrentar las Trampas
Soh
Traducciones Disponibles de Realización y
Experiencia y de Experiencia No‑Dual desde Diferentes Perspectivas:
简体中文版 (Versión en Chino
Simplificado)
繁體中文版 (Versión en Chino
Tradicional)
(Korean) 무아의 다양한 정도: 무행위자, 비이원,
아나타, 일법구진,
그리고 함정 다루기
– Diferentes Grados de No‑Self: No‑Accionismo, No‑Dualidad, Anatta, Exertión
Total y Cómo Enfrentar las Trampas
Ver también:
Los Siete Estados del Despertar de Thusness/PasserBy
La Noche Oscura del Alma, Despersonalización,
Disociación y Desrealización
Alguien escribió:
Anatta
Pregunta
Hola, amigos.
Tengo una pregunta.
Primero, debo dar brevemente algo de contexto.
Hace varios años tuve una experiencia profunda. Fue
como si se retirara un velo y de repente vi que yo no existía. No había un Yo
ni un libre albedrío interior que pudiera controlar este organismo que es el
cuerpo. Pasé años observándome a mí mismo y a los demás desde esa perspectiva.
Era lo primero en lo que pensaba al despertar por la mañana y lo último en lo
que pensaba antes de dormir, hasta que quedé vacío.
Nadie a mi alrededor vio lo mismo ni se enojó si
hablaba de ello. Empecé a estudiar ciencia para encontrar soporte o evidencia
en contra de mis pensamientos. Solo confirmó que el mundo es fatalista y
demasiado complejo para comprenderse en cada momento. Esto me llevó aún más
lejos.
Así, ahora mi vida se ha detenido y ya no hay nadie
dentro que se preocupe. Solo quedan reacciones emocionales y mentales tenues y
débiles a los estímulos que se presentan ante mis sentidos. Sin esperanzas,
ambiciones ni metas. No pago mis cuentas ni me cuido. Quiero decir, ¿por qué
“yo” debería hacerlo?
Eventualmente, hace 3–4 años, encontré alguna
“literatura” espiritual que mencionaba la doctrina budista de anatta y la
conciencia samsárica.
¿Qué recomendaría un budista hacer en esta
situación? Quiero decir, acabaré muerto o en prisión pronto si no sucede nada.
Estoy bien con ello. Tampoco anhelo el dolor físico.
¿Hay algo que valga la pena hacer? ¿Es éste el fin
del “camino”? ¿Realizar que yo no existo?
…
Tienes razón. Ha sido algo muy desequilibrado y poco
saludable, y por ello se volvió agotador y, finalmente, un problema. Pero
también han sido experiencias profundas y hermosas, a pesar del miedo, la duda
y la falta de comprensión de lo que ocurrió. Me encuentro en un punto en que
necesito cierta orientación y prácticas sobre cómo hacer esto correctamente y
de la forma adecuada, o al menos de una manera mejor y más saludable. Así que,
creo que estoy abierto a correcciones y orientación. Muchas gracias de nuevo.
——
Yo/Soh respondió:
Hola,
u/krodha (Kyle Dixon) me dirigió a este post… Creo
que compartiré mis “2 centavos”.
Existen diferentes grados de yo/Yo. Puedo elaborar
muchos de ellos – puedes encontrar estas elaboraciones en mi blog y en el guía
(gratuito) – https://app.box.com/s/157eqgiosuw6xqvs00ibdkmc0r3mu8jg
Pero en este post solo los resumiré.
Existen tres grados principales o aspectos de la
experiencia del yo/Yo y del no‑yo/Yo, aunque cada uno tiene distintos niveles
de refinamiento en términos de insight y experiencia:
1. El no‑yo entendido como “no‑accionismo”.
Ya no sientes que eres un hacedor o controlador;
todos los pensamientos y acciones ocurren de manera espontánea, por sí mismos.
Ves que incluso tus pensamientos y emociones no provienen de un hacedor; ni
siquiera puedes saber cuál será tu siguiente pensamiento, simplemente ocurre.
Cuando tienes sed, la mano agarra la bebida por sí sola y el cuerpo se la
traga.
Un nivel más refinado de no‑accionismo es lo que
llamo “impersonalidad”.
La impersonalidad no es solo una experiencia de no‑accionismo.
Es la disolución del constructo del “yo personal” que conduce a eliminar el
efecto del ego, pasando a un estado de cambio en la percepción: limpio, puro,
“no mío”, acompañado de la sensación de que todo y todos se manifiestan como
expresiones de la misma vitalidad/inteligencia/conciencia. Esto puede
extrapolarse fácilmente a un sentido de “fuente universal” (aunque esto es solo
una extrapolación que, en una fase posterior, se deconstruye) y se experimenta
además ser “vivido” por esa Vida e Inteligencia mayores.
La impersonalidad ayudará a disolver el sentido del
yo, pero conlleva el peligro de que uno se apegue a una esencia metafísica o de
personificar, reificar y extrapolar una conciencia universal. Los insights más
profundos sobre anatta y el vacío disolverán esta tendencia a reificar y
extrapolar.
Además, debo mencionar que existe otro insight o
realización – y esto no es lo mismo que el no‑accionismo, sino la realización
de la esencia luminosa propia como Presencia Pura y Claridad. Alguien que ha
experimentado el no‑accionismo no necesariamente se da cuenta de que su propio
ser, su Conciencia‑Presencia, ese “YO SOY” – que permanece incluso sin
involucrarse en conceptos o pensamientos – existe. Es cuando, en un momento en
que cesa todo el involucramiento en los pensamientos, en ese vacío, surge de repente
la realización indudable de la Existencia misma, que aun sin un pensamiento, es
simplemente Yo/Existencia/Conciencia. Y te das cuenta de que ese es el núcleo
luminoso de la Existencia misma. Es conciencia, pura existencia y dicha. Esta
realización se reifica a menudo en el Atman, pero considero que es una
realización preciosa e importante y una progresión respecto al mero no‑accionismo,
aunque en realizaciones posteriores se refinará, especialmente con la
realización de anatta. La realización de anatta en el punto 3) revela la
naturaleza de esa Conciencia‑Presencia, no negándola, sino comprendiéndola
debidamente – su naturaleza no inherente, vacía y no‑dual (aunque su aspecto no‑dual
no implica necesariamente la realización de su naturaleza vacía, no elaboraré
demasiado por ahora). Pero, básicamente, si tienes esta realización, no
acabarás sonando tan nihilista porque habrás descubierto un núcleo luminoso muy
positivo de la Existencia. Además, después de esta realización, te sientes como
un Suelo Infinito de Ser que subyace a todos tus pensamientos y, de hecho, a
todo el mundo. Cuando trotas por las calles, ya no te ves como una persona que
se relaciona con objetos allá afuera; más bien, todos los objetos, árboles,
personas y paisajes emergen, se desvanecen y “pasan a través” desde ese Suelo
de Ser, al igual que las proyecciones de una película que simplemente “pasan a
través” de la pantalla. Ya no sientes que eres alguien que simplemente pasa por
las cosas, sino que tu cuerpo y mente, el paisaje y los objetos son solo
“proyectados desde” y “pasan a través” de una Existencia inamovible.
Sobre esta realización, John Tan escribió antes:
“
Hola Sr. H,
Además de lo que escribiste, espero transmitirte
otra dimensión de la Presencia. Es decir, encontrar la Presencia en su primera
impresión, sin adulteraciones y completamente, en quietud.
Así que, después de leerlo, siéntelo con todo tu
cuerpo-mente y olvídalo. No dejes que corrompa tu mente. 😝
Presencia, Conciencia, Ser, Existencia son todos
sinónimos. Pueden haber muchas definiciones, pero ninguna de ellas es el camino
hacia ella. El camino debe ser no conceptual y directo. Ésta es la única
manera.
Al contemplar el koan “antes del nacimiento, ¿quién
soy yo?”, la mente pensante intenta buscar en su banco de recuerdos
experiencias similares para obtener una respuesta. Así funciona la mente:
comparar, categorizar y medir para entender.
Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un koan así,
la mente alcanza su límite al intentar penetrar en su propia profundidad sin
respuesta. Llegará el momento en que la mente se agotará y entrará en un
completo parón, y de esa quietud vendrá un BAM que sacude la tierra.
I. Solo Yo.
Antes del nacimiento este Yo, hace mil años este Yo,
dentro de mil años este Yo. YO SOY YO.
Es sin pensamientos arbitrarios, sin comparaciones.
Autentica por completo su propia claridad, su propia existencia, a SÍ MISMO en
una no conceptualidad limpia, pura y directa. Ni “por qué”, ni “porque”.
Solo A SÍ MISMO en quietud, nada más.
Intuye el vipassana y el samantha. Intuye la
exertión total y la realización. La esencia del mensaje debe ser cruda y sin
contaminar por palabras.
¡Espero que te ayude!” – John Tan, 2019
[Continued in next message]
Below is the continuation of the complete literal re‑translation
of the Original English Text into Spanish (“New Translation”). (This is New Translation (Parte 2). At the end of each
message, except the final one, “[Continued in next message]” is added.)
────────────────────────────
New Translation (Parte 2)
Sin embargo, alguien que experimenta el no‑accionismo
puede aún no percibir esa Conciencia‑Presencia; por ello, la autoindagación
(preguntándose “¿Quién/Qué soy?”) puede ayudar a encauzarse en esa dirección.
La realización del “YO SOY” también es importante y puede servir de base
fundamental para posteriores insights, tal como se explica en Anatta y
Presencia Pura. Para realizar el “YO SOY”, el método más directo es la
autoindagación, preguntándote “¿Antes del nacimiento, quién soy?” o simplemente
“¿Quién soy yo?”; véase: “¿Cuál es tu Mente en este preciso momento?” y el
capítulo de autoindagación en el Manual de Práctica para Despertar a la
Realidad y en la Guía AtR – versión abreviada.
Es, de hecho, muy importante tener la realización
directa de tu resplandor, de tu conciencia prístina o de la Presencia pura. Sin
ello, tu experiencia del no‑yo se sesgará hacia el no‑accionismo y no
experimentarás una luminosidad no‑dual diáfana. Eso no se considera una
realización genuina de anatman en el AtR. Para más lecturas sobre este tema,
puedes leer “No‑Self Pálido, No‑Accionismo, Buenos Consejos y Expresión de
Anatta” de Yin Ling y Albert Hong + “¿Qué es el Insight Experiencial?”, “Anatta
y Presencia Pura”, “Libertad Real y la Radiancia Inmediata en la
Transitoriedad”, “El Universo Transitorio Tiene un Corazón”.
2. El no‑yo en cuanto a la penetración y disolución de la dicotomía
sujeto/objeto o de perceptor/percibido. Esto se relaciona con la sensación de
ser un perceptor interno, subjetivo, que percibe el mundo de los objetos
mediante los sentidos. Dicho de otro modo, la gente “normal” siente
profundamente que se relaciona con el mundo desde detrás de sus propios ojos,
como alguien que percibe un “mundo exterior” de árboles, personas, objetos,
etc., y que las formas, colores y características de esos árboles/mesas/objetos
son solo atributos inherentes de objetos independientes del observador “allá
afuera”, mientras que solo se observan desde un punto de vista “interno” en el
cuerpo, como perceptor interno – sujeto – y objeto. Percibidor y percibido. Y
esto ocurre no solo con la vista, sino también con los sonidos y otras
percepciones sensoriales, pues las personas normales oyen el sonido como si
éste estuviera en algún sitio “allá afuera”, mientras que se encuentran
localizadas y oyen los sonidos desde algún sitio “acá dentro”, es decir, dentro
de su propio cuerpo (exactamente dónde, es incierto, y al examinarlo algunas
personas pueden decir que es en la cabeza, otras apuntan al corazón;
básicamente, la gente normal no examina las cosas con claridad y simplemente da
por sentado su sentido de yo y dualidad). Sin embargo, ese sentido de yo y de
dualidad es una experiencia muy real para la mayoría, que lo ha asumido sin
cuestionarlo como su realidad.
Cabe entender y notar que alguien que ha
experimentado el no‑accionismo – o incluso el aspecto de la impersonalidad del
no‑yo en (1) – puede no experimentar la no‑dualidad en (2). Es decir, uno puede
experimentar que todo sucede de forma automática, pero aún sentirse como un
observador disociado, separado de lo que ocurre. En cierto modo, es casi como
si todo lo que hace el cuerpo y la mente pareciera ser realizado por otra
persona, como si estuvieras jugando a un videojuego en tercera persona en el
que observas a tu personaje desde la distancia; excepto que, en un estado
disociado, ni siquiera “controlas” al personaje al que se refieren como “tú” –
sino que simplemente observas a esa persona o cuerpo-mente llamado “tú”
actuando, pensando y comportándose a su manera, siendo tan solo un observador
distante y desapegado de ese personaje o cuerpo-mente en funcionamiento.
Algunas personas han experimentado este tipo de disociación acompañado de un
sentido de no‑accionismo.
[Continued in next message]
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of the Original English Text into Spanish (“New Translation”). (This is New Translation (Parte 3). At the end of each
message, except the final one, “[Continued in next message]” is added.)
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New Translation (Parte 3)
Ahora, esto significa que la disolución del sentido
de hacedor no implica que se disuelva la dicotomía sujeto/objeto. Por lo tanto,
podemos llamar a ese sentido de dualidad sujeto-objeto, o a la brecha entre el
que percibe y lo percibido, como una capa distinta del “yo” que puede ser
penetrada con un insight más profundo.
La disolución de la dicotomía sujeto/objeto (o de
perceptor/percibido) puede ocurrir como una experiencia, que es transitoria
(experiencias pico de corta duración), o bien como una realización que conduce
a la estabilización de la experiencia no‑dual.
Como experiencia, es algo que se vive y se describe
con bastante frecuencia, a menudo de forma espontánea cuando simplemente se
disfruta de la música, se observa una puesta de sol, se admira un paisaje
hermoso, etc., donde de repente uno se involucra y se sumerge tanto en la
experiencia sensorial que olvida por completo su “yo” — y en el acto de olvidar
el yo, se entra en lo que parece ser un estado diferente de conciencia, uno muy
vívido e intensificado en el que ya no se “observa” la puesta de sol a distancia,
sino que se es la misma puesta de sol — pudiéndose describir, por ejemplo, como
“¡Me he fusionado con el sol!” o “¡Me he convertido en los árboles!” De
repente, ya no existe esa sensación de que “yo” soy alguien “adentro” separado
del “sol allá afuera”; solo queda una luz naranja brillante, viva, que se
exhibe a sí misma sin distancia alguna, una manifestación muy vívida, brillante
y llena de vida de colores, como una conciencia clara y vívida.
Al describir una experiencia de pico así, Michael
Jackson escribió:
“La conciencia se expresa a través de la creación.
Este mundo en el que vivimos es la danza del Creador. Los bailarines vienen y
van en un parpadeo, pero la danza continúa. En muchas ocasiones, cuando estoy
bailando, he sentido que algo sagrado me ha tocado. En esos momentos, he
sentido que mi espíritu se eleva y se funde con todo lo que existe.
Me convierto en las estrellas y en la luna.
Me convierto en el amante y en el amado.
Me convierto en el vencedor y en el vencido.
Me convierto en el maestro y en el esclavo.
Me convierto en el cantante y en la canción.
Me convierto en el conocedor y en lo conocido.
Sigo bailando… y bailando… y bailando.
Hasta que solo queda… la danza.”
Sin embargo, lo que se describe aquí es aún
meramente una experiencia. Una experiencia de no‑dualidad, pero no la
realización. Dichas experiencias vienen y van. Algunas personas practican
deportes peligrosos para entrar en la “zona” y vislumbrar la dicha de la no‑dualidad,
otras lo hacen a través del baile, otras mediante ciertas drogas y otras
mediante la meditación.
Pero todas estas experiencias vienen y van, hasta
que se produce un cambio de paradigma en la conciencia en el que, de repente,
uno se da cuenta de que la verdad sobre la realidad o la conciencia es que
nunca hubo una división entre sujeto y objeto, que en realidad la conciencia
nunca estuvo, desde el principio, dividida en perceptor y percibido, en la
conciencia y su manifestación, y que nunca estuvieron separadas. Tras los
insights en la no‑dualidad, la tendencia ya no será disociarse de la
experiencia, sino abrirse plenamente a la experiencia de una forma indivisa y
sin brechas — experimentando todo sin distancia como una conciencia vívida.
Tales realizaciones, sin embargo, pueden dividirse
en dos tipos:
a) No‑dualidad sustancialista/esencialista
b) No‑dualidad no sustancialista/no esencialista
Esta última, la llamo la realización de anatta,
propiamente dicha.
Pero hablemos, en forma resumida, de a) la no‑dualidad
sustancialista/esencialista:
Una persona de este tipo puede haber percibido que
su conciencia nunca estuvo dividida de las manifestaciones, que todas las
manifestaciones no son otra cosa que la propia conciencia. Sin embargo, la
tendencia kármica (el condicionamiento profundo) de concebir la conciencia como
una fuente inherentemente existente, inmutable y como sustrato de los
fenómenos, permanece — salvo que ahora la conciencia se ve como indivisa de su
manifestación, de modo que todo se subsume a ser modulaciones de la Conciencia Pura.
Se observa que todos los fenómenos son meramente la Conciencia manifestándose
en diversas formas. Sin embargo, uno no equipara las formas con la conciencia —
las formas son como espectáculos luminosos fugaces mostrados en una
pantalla/espejo inmutable, mientras que las proyecciones y los reflejos pasan
inseparablemente desde la base del espejo sin división sujeto/objeto, y la base
subyacente de la conciencia permanece sin cambio. El hinduismo puede llegar
hasta este punto.
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New Translation (Parte 4)
3. No‑Self en términos de lo que yo llamo realización de Anatta
Pero luego está la opción b), en la que se llega a
comprender que no solo ocurre que todas las formas son meras modulaciones de la
conciencia, sino que, en realidad, la “Conciencia” o “Conciencia-Presencia” es
verdaderamente y únicamente Todo — es decir, no existe ninguna “Conciencia” o
“Conciencia-Presencia” aparte de la manifestación luminosa de los agregados,
sea lo que se vea, se oiga, se sienta, se toque, se conozca o se huela…
Anatta no es meramente una experiencia de liberación
de la personalidad; antes bien, es un insight acerca de la total ausencia de un
yo/agente, de un hacedor, de un pensador, de un observador, etc., que no se
puede encontrar separado del flujo momento a momento de la manifestación. La no‑dualidad
se percibe de forma plena como algo que siempre ha sido así: aquí no hay
esfuerzo en lo no‑dual, y uno se da cuenta de que, al ver, solo hay paisaje
(sin vidente ni acto de ver que vaya más allá de los colores) y, al oír, solo
hay sonidos (nunca hay oyente ni el acto de oír que vaya más allá de los
sonidos). Un punto muy importante aquí es que Anatta/No‑Self es un Sello del
Dharma, es la naturaleza de la Realidad en todo momento —y no simplemente un
estado libre de la personalidad, del ego o del “yo pequeño”, ni una etapa que
alcanzar. Esto significa que no depende del nivel de realización del practicante
experimentar anatta, sino que la Realidad siempre ha sido Anatta, y lo
fundamental es el insight intuitivo de ella como la naturaleza, la
característica, del fenómeno (sello del Dharma).
Para ilustrar aún más, dada la importancia de este
sello, me gustaría tomar una cita del Sutta de Bahiya
(http://awakeningtoreality.blogspot.com/…/ajahn-amaro-on-non…):
“En la vista, solo está lo visto, sin vidente;
En el oído, solo está lo oído, sin oyente.”
Si un practicante llegara a sentir que ha trascendido
las experiencias de “oír un sonido” hasta un estadio de “convertirse en sonido”
o asumiera que “solo hay sonido”, esa experiencia se distorsionaría de nuevo.
Porque, en realidad, al oír solo hay sonido, y jamás existió un oyente desde el
principio. Nada de lo alcanzado es siempre así. Esta es la principal diferencia
entre una experiencia pico momentánea (que dura minutos o, a lo sumo, una hora)
de no‑dualidad, y un cambio cuántico permanente en la percepción que hace que
esa experiencia pico se convierta en un modo permanente de percibir.
Este es el sello del no‑yo y puede ser realizado y
experimentado en cada momento; no se trata de un mero concepto.
En resumen, tras la realización de anatta en el caso
(b), e incluso en el caso (a), la no‑dualidad deja de ser una experiencia pico
pasajera que va y viene, ya que todo el paradigma de la conciencia, el nudo de
la percepción, la proliferación mental —la actividad continua de proyectar un
“yo” o de establecer la dicotomía sujeto/objeto— se corta a un nivel más
fundamental cuando se desmantela el marco ilusorio mediante el cual se percibe
el mundo. Lo que puedo decir es que, personalmente, durante más de 9 años tras
haber realizado anatta, no he experimentado ni el más mínimo sentido de
dualidad sujeto/objeto o de agencia, ni siquiera el más leve rastro. Eso se ha
ido para siempre y no es simplemente una experiencia pico.
Lo que describiste en tu post es lo que yo llamé “no‑accionismo”.
Y sí, es un insight maravilloso, pero aún existen insights más maravillosos en
el camino que realmente cambian la vida de forma muy positiva, ¡que no puedo
recomendar lo suficiente!
El mundo experimentado tras la realización y
maduración de anatta, cuando todas las facetas del yo/Yo se disuelven por
completo, es verdaderamente maravilloso. Así es como lo describí en mi guía
(gratuita):
“Este es un mundo donde nada puede jamás mancillar
ni tocar esa pureza y perfección, donde todo el universo/toda la mente se
experimenta de forma vívida como esa misma pureza y perfección desprovista de
cualquier sentido de yo o de un observador que experimente el mundo desde un
punto de vista distante — la vida sin ‘yo’ es un paraíso viviente, libre de
emociones aflictivas/dolorosas, donde cada color, sonido, olor, sabor, tacto y
detalle del mundo se destaca como el campo ilimitado de una conciencia prístina,
de un brillo/radiancia centelleante, colorido, de alta saturación, en HD,
luminoso, de intensidad aumentada y con un maravilloso asombro y magia, donde
las vistas, sonidos, aromas, sensaciones y pensamientos circundantes se ven y
experimentan con tanta claridad hasta en el más mínimo detalle, de forma vívida
y natural, no solo a través de un único sentido sino de los seis, donde el
mundo es como un país de las maravillas de cuento de hadas, revelado de nuevo
en cada momento en su máxima profundidad, como si fueras un bebé recién nacido
experimentando la vida por primera vez, fresco y jamás visto, donde la vida
abunda en paz, alegría y valentía incluso en medio del aparente caos y de los
problemas de la existencia, y todo lo experimentado a través de los sentidos
supera con creces cualquier belleza experimentada anteriormente, como si el
universo fuese como un cielo hecho de oro reluciente y joyas, experimentado con
una inmediatez total sin brechas, sin separación, donde la vida y el universo
se experimentan en su intensa lucidez, claridad, vitalidad y presencia
vivificante, no solo sin intermediarios y sin separación, sino sin centro ni
límites — una infinitud tan vasta como un cielo nocturno interminable se
actualiza en cada momento, una infinitud que es simplemente el vasto universo
manifestándose como una presencia vacía, sin distancia, sin dimensión y
poderosa, donde las montañas y estrellas en el horizonte no se distinguen más
allá de lo que respiras, y brillan tan íntimamente como tu latido, donde la
escala cósmica de la infinitud se actualiza incluso en actividades ordinarias,
pues la totalidad del universo participa en cada actividad ordinaria,
incluyendo caminar, respirar y tu propio cuerpo (sin rastro de un ‘yo’ o ‘mío’)
siendo tan solo la acción de la originación dependiente, y no hay nada fuera de
esta exertión/universo sin límites, donde la pureza e infinitud del maravilloso
mundo experimentado al ser limpiado en todas las puertas de la percepción es
constante.”
(Si las puertas de la percepción se limpiaran,
todo se mostraría al hombre tal como es: Infinito. Porque el hombre se ha
encerrado a sí mismo, hasta ver todas las cosas a través de estrechas rendijas
de su caverna. – William Blake)
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“Abr
27
Diferentes Grados de No‑Self: No‑Accionismo, No‑Dualidad,
Anatta, Exertión Total y Cómo Enfrentar las Trampas
Soh
Traducciones Disponibles de Realización y
Experiencia y de Experiencia No‑Dual desde Diferentes Perspectivas:
简体中文版 (Versión en Chino
Simplificado)
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Tradicional)
(Korean) 무아의 다양한 정도: 무행위자, 비이원,
아나타, 일법구진,
그리고 함정 다루기
– Diferentes Grados de No‑Self: No‑Accionismo, No‑Dualidad, Anatta, Exertión
Total y Cómo Enfrentar las Trampas
Ver también:
Los Siete Estados del Despertar de Thusness/PasserBy
La Noche Oscura del Alma, Despersonalización,
Disociación y Desrealización
Alguien escribió:
Anatta
Pregunta
Hola, amigos.
Tengo una pregunta.
Primero, debo dar brevemente algo de contexto.
Hace varios años tuve una experiencia profunda. Fue
como si se retirara un velo y de repente vi que yo no existía. No había un Yo
ni un libre albedrío interior que pudiera controlar este organismo que es el
cuerpo. Pasé años observándome a mí mismo y a los demás desde esa perspectiva.
Era lo primero en lo que pensaba al despertar por la mañana y lo último en lo
que pensaba antes de dormir, hasta que quedé vacío.
Nadie a mi alrededor vio lo mismo ni se enojó si
hablaba de ello. Empecé a estudiar ciencia para encontrar soporte o evidencia
que refutara mis pensamientos. Esto solo confirmó que el mundo es fatalista y
demasiado complejo para comprenderse en cada instante. Esto me llevó aún más
lejos.
Así, ahora mi vida se ha detenido y ya no hay nadie
dentro que se preocupe. Solo quedan reacciones emocionales y mentales tenues y
débiles a los estímulos que se presentan ante mis sentidos. Sin esperanzas,
ambiciones ni metas. No pago mis cuentas ni me cuido. Es decir, ¿por qué “yo”
debería hacerlo?
Eventualmente, hace 3–4 años, encontré algo de
“literatura” espiritual que mencionaba la doctrina budista de anatta y la
conciencia samsárica.
¿Qué recomendaría un budista hacer en esta
situación? Quiero decir, acabaré muerto o en prisión pronto si nada ocurre.
Estoy bien con ello. Tampoco anhelo el dolor físico.
¿Hay algo que valga la pena hacer? ¿Es éste el fin
del “camino”? ¿Realizar que yo no existo?
…
Tienes razón. Ha sido algo muy desequilibrado y poco
saludable, y por ello se volvió agotador y, finalmente, un problema. Pero
también han sido experiencias profundas y hermosas, a pesar del miedo, la duda
y la falta de comprensión de lo que ocurrió. Me encuentro en un punto en el que
necesito cierta orientación y prácticas sobre cómo hacer esto correctamente y
de la manera adecuada, o al menos de una forma mejor y más saludable. Así que,
creo que estoy abierto a correcciones y orientación. Muchas gracias de nuevo.
——
Yo/Soh respondió:
Hola,
u/krodha (Kyle Dixon) me dirigió a este post… Creo
que compartiré mis “2 centavos.”
Existen diferentes grados de yo/Yo. Puedo elaborar
muchos de ellos – puedes encontrar estas elaboraciones en mi blog y en la guía
(gratuita) – https://app.box.com/s/157eqgiosuw6xqvs00ibdkmc0r3mu8jg
Pero, en este post, solo los resumiré.
Existen tres grados principales o aspectos de la
experiencia del yo/Yo y del no‑yo/Yo, aunque cada uno tiene distintos niveles
de refinamiento en términos de insight y experiencia:
1. El no‑yo entendido como “no‑accionismo.”
Ya no sientes que eres un hacedor o controlador;
todos los pensamientos y acciones ocurren de forma espontánea, por sí mismos.
Ves que incluso tus pensamientos y emociones no provienen de un hacedor; ni
siquiera puedes saber cuál será tu próximo pensamiento, simplemente sucede.
Cuando tienes sed, la mano agarra la bebida por sí sola y el cuerpo se la
traga.
Un nivel más refinado de no‑accionismo es lo que
llamo “impersonalidad.”
La impersonalidad no es solo una experiencia de no‑accionismo.
Es la disolución del constructo del “yo personal” que conduce a la eliminación
del efecto del ego, pasando a un estado de cambio en la percepción: limpio,
puro, “no mío”, acompañado de la sensación de que todo y todos se manifiestan
como expresiones de la misma vitalidad/inteligencia/conciencia. Esto puede
extrapolarse fácilmente a un sentido de “fuente universal” (aunque esto es solo
una extrapolación que, en una fase posterior, se deconstruye) y se experimenta
además ser “vivido” por esa Vida e Inteligencia mayores.
La impersonalidad ayudará a disolver el sentido del
yo, pero conlleva el peligro de que uno se apegue a una esencia metafísica o de
personificar, reificar y extrapolar una conciencia universal. Los insights más
profundos sobre anatta y el vacío disolverán esa tendencia a reificar y
extrapolar.
Además, debo mencionar que existe otro insight o
realización – y esto no es lo mismo que el no‑accionismo, sino la realización
de la propia esencia luminosa como Presencia Pura y Claridad.
Alguien que ha experimentado el no‑accionismo no
necesariamente se da cuenta de que su propio ser, su Conciencia‑Presencia, ese
“YO SOY” – que persiste incluso sin involucrarse en conceptos o pensamientos –
existe. Es cuando, en un momento en que cesa todo el involucramiento en los
pensamientos, en ese vacío, surge de repente la realización indudable de la
Existencia misma, que aun sin un pensamiento es simplemente
Yo/Existencia/Conciencia. Y te das cuenta de que ese es el núcleo luminoso de
la Existencia. Es conciencia, pura existencia y dicha. Esta realización se
reifica a menudo en el Atman, pero yo la considero preciosa e importante y una
progresión respecto al mero no‑accionismo; en realizaciones posteriores se
refinará, especialmente con la realización de anatta. La realización de anatta
en el punto 3) revela la naturaleza de esa Conciencia‑Presencia, no negándola
sino comprendiéndola correctamente – su naturaleza no inherente, vacía y no‑dual
(aunque su aspecto no‑dual no implica necesariamente la realización de su
naturaleza vacía, no elaboraré demasiado por ahora). Pero, básicamente, si
tienes esta realización, no acabarás sonando tan nihilista porque habrás
descubierto un núcleo luminoso muy positivo de la Existencia. Además, tras esta
realización, te sientes como un Suelo Infinito de Ser que subyace a todos tus
pensamientos y, de hecho, a todo el mundo. Cuando trotas por las calles, ya no
te ves como una persona que se relaciona con objetos allá afuera; más bien,
todos los objetos, árboles, personas y paisajes emergen, se desvanecen y “pasan
a través” desde ese Suelo de Ser, tal como las proyecciones de una película que
simplemente “pasan a través” de la pantalla. Ya no sientes que eres alguien que
simplemente pasa por las cosas, sino que tu cuerpo y mente, el paisaje y los
objetos son solo “proyectados desde” y “pasan a través” de una Existencia
inamovible.
Sobre esta realización, John Tan escribió antes:
“
Hola Sr. H,
Además de lo que escribiste, espero transmitirte
otra dimensión de la Presencia. Es decir, encontrar la Presencia en su primera
impresión, sin adulterar y en plenitud, en quietud.
Así que, después de leerlo, siéntelo con todo tu
cuerpo-mente y olvídalo. No dejes que corrompa tu mente. 😝
Presencia, Conciencia, Ser, Existencia son todos
sinónimos. Pueden existir varias definiciones, pero ninguna de ellas es el
camino para alcanzarlo. El camino debe ser no conceptual y directo. Esa es la
única manera.
Al contemplar el koan “antes del nacimiento, ¿quién
soy yo?”, la mente pensante intenta buscar en su banco de recuerdos
experiencias similares para obtener una respuesta. Así funciona la mente:
compara, categoriza y mide para comprender.
Sin embargo, cuando nos enfrentamos a un koan así,
la mente llega a su límite al intentar penetrar su propia profundidad sin
respuesta. Llegará el momento en que la mente se agote y se detenga por
completo, y de esa quietud surgirá un BAM que sacude la tierra.
I. Solo Yo.
Antes del nacimiento, este Yo; hace mil años, este
Yo; dentro de mil años, este Yo. YO SOY YO.
Es sin pensamientos arbitrarios, sin comparaciones.
Autentica completamente su propia claridad, su propia existencia, A SÍ MISMO en
una no conceptualidad limpia, pura y directa. Ni “por qué”, ni “porque”.
Solo A SÍ MISMO en quietud, nada más.
Intuye el vipassana y el samantha. Intuye la
exertión total y la realización. La esencia del mensaje debe ser cruda y sin
contaminar por palabras.
¡Espero que te ayude!” – John Tan, 2019
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New Translation (Parte 2)
Sin embargo, alguien que experimenta el no‑accionismo
puede aún no percibir esa Conciencia‑Presencia; por ello, la autoindagación
(preguntándose “¿Quién/Qué soy?”) puede ayudar a encauzarse en esa dirección.
La realización del “YO SOY” también es importante y puede servir de base
fundamental para posteriores insights, tal como se explica en Anatta y
Presencia Pura. Para realizar el “YO SOY”, el método más directo es la
autoindagación, preguntándote “¿Antes del nacimiento, quién soy?” o simplemente
“¿Quién soy yo?”; véase: “¿Cuál es tu Mente en este preciso momento?” y el
capítulo de autoindagación en el Manual de Práctica para Despertar a la
Realidad y en la Guía AtR – versión abreviada.
Es, de hecho, muy importante tener la realización
directa de tu resplandor, de tu conciencia prístina o de la Presencia pura. Sin
ello, tu experiencia del no‑yo se sesgará hacia el no‑accionismo y no
experimentarás una luminosidad no‑dual diáfana. Eso no se considera una
realización genuina de anatman en el AtR. Para más lecturas sobre este tema,
puedes leer “No‑Self Pálido, No‑Accionismo, Buenos Consejos y Expresión de
Anatta” de Yin Ling y Albert Hong + “¿Qué es el Insight Experiencial?”, “Anatta
y Presencia Pura”, “Libertad Real y la Radiancia Inmediata en la
Transitoriedad”, “El Universo Transitorio Tiene un Corazón.”
2. El no‑yo en cuanto a la penetración y disolución de la dicotomía
sujeto/objeto o de perceptor/percibido. Esto se relaciona con la sensación de
ser un perceptor interno y subjetivo que percibe el mundo de los objetos
mediante los sentidos. Dicho de otro modo, la gente “normal” siente
profundamente que se relaciona con el mundo desde detrás de sus propios ojos,
como si percibiera un “mundo exterior” de árboles, personas, objetos, etc., y
que las formas, colores y características de esos árboles/mesas/objetos son
solo atributos inherentes de objetos independientes del observador “allá
afuera”, siendo meramente observados desde un punto de vista “interno” en el
cuerpo, como perceptor interno – sujeto – y objeto. Percibidor y percibido. Y
esto ocurre no solo con la vista, sino también con los sonidos y otras
percepciones sensoriales, ya que la gente normal oye el sonido como si éste
estuviera en algún lugar “allá afuera”, mientras que se localiza y oye los
sonidos desde algún lugar “acá dentro”, es decir, dentro de su propio cuerpo
(exactamente dónde es incierto, y al examinarlo algunas personas pueden decir
que es en la cabeza, otras apuntan al corazón; básicamente, la gente normal no
examina las cosas con claridad y simplemente da por sentado su sentido del yo y
de la dualidad). Sin embargo, ese sentido del yo y de la dualidad es una
experiencia muy real para la mayoría, que lo asume sin cuestionarlo como su
realidad.
Cabe entender y notar que alguien que ha
experimentado el no‑accionismo – o incluso el aspecto de la impersonalidad del
no‑yo en (1) – puede no experimentar la no‑dualidad en (2). Es decir, uno puede
experimentar que todo sucede de forma automática, pero aun así sentirse como un
observador disociado, apartado de lo que sucede. En cierto modo, es casi como
si todo lo que hace el cuerpo y la mente pareciera ser realizado por otra
persona, como si estuvieras jugando a un videojuego en tercera persona en el
que observas a tu personaje desde la distancia; excepto que, en un estado
disociado, ni siquiera “controlas” al personaje al que se refiere como “tú” –
sino que simplemente observas a esa persona o cuerpo-mente llamado “tú”
actuando, pensando y comportándose a su manera, siendo solo un observador
distante y desapegado de ese personaje o cuerpo-mente en funcionamiento.
Algunas personas han experimentado este tipo de disociación, acompañado de un
sentido de no‑accionismo.
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New Translation (Parte 3)
Ahora, esto significa que la disolución del sentido
de hacedor no implica que se disuelva la dicotomía sujeto/objeto. Por lo tanto,
podemos llamar a ese sentido de dualidad sujeto-objeto, o a la brecha entre el
que percibe y lo percibido, como una capa distinta del “yo” que puede ser
penetrada con un insight más profundo.
La disolución de la dicotomía sujeto/objeto (o de
perceptor/percibido) puede ocurrir como una experiencia, que es transitoria
(experiencias pico de corta duración), o como una realización que conduce a la
estabilización de la experiencia no‑dual.
Como experiencia, es algo que se vive y se describe
con bastante frecuencia, a menudo de forma espontánea cuando uno simplemente
disfruta de la música, observa una puesta de sol, admira un paisaje hermoso,
etc., donde de repente uno se involucra tanto en la experiencia sensorial que
olvida por completo su “yo” — y al olvidar el yo, entra en lo que parece ser un
estado diferente de conciencia, uno muy vívido e intensificado en el que ya no
se “observa” la puesta de sol a distancia, sino que se es la misma puesta de
sol — pudiéndose describir, por ejemplo, como “¡Me he fusionado con el sol!” o
“¡Me he convertido en los árboles!” De repente, ya no queda esa sensación de
que “yo” soy alguien “adentro” separado del “sol allá afuera”; solo queda una
luz naranja brillante, viva, que se exhibe a sí misma sin ninguna distancia,
una manifestación muy vívida, brillante y llena de vida de colores, como una
conciencia clara y vívida.
Al describir una experiencia pico así, Michael
Jackson escribió:
“La conciencia se expresa a través de la creación.
Este mundo en el que vivimos es la danza del Creador. Los bailarines vienen y
van en un abrir y cerrar de ojos, pero la danza continúa. En muchas ocasiones,
cuando estoy bailando, he sentido que algo sagrado me ha tocado. En esos
momentos, he sentido que mi espíritu se eleva y se funde con todo lo que
existe.
Me convierto en las estrellas y en la luna.
Me convierto en el amante y en el amado.
Me convierto en el vencedor y en el vencido.
Me convierto en el maestro y en el esclavo.
Me convierto en el cantante y en la canción.
Me convierto en el conocedor y en lo conocido.
Sigo bailando… y bailando… y bailando.
Hasta que solo queda… la danza.”
Sin embargo, lo que se describe aquí es aún
meramente una experiencia. Una experiencia de no‑dualidad, pero no la
realización. Dichas experiencias vienen y van. Algunas personas practican
deportes peligrosos para entrar en la “zona” y vislumbrar la dicha de la no‑dualidad;
otras lo hacen a través del baile, otras mediante ciertas drogas y otras
mediante la meditación.
Pero todas estas experiencias vienen y van, hasta
que se produce un cambio de paradigma en la conciencia en el que, de repente,
uno se da cuenta de que la verdad sobre la realidad o la conciencia es que
nunca hubo una división entre sujeto y objeto, que la conciencia en realidad
nunca estuvo dividida, desde el principio, en perceptor y percibido, en la
conciencia y su manifestación, es decir, que nunca estuvieron separadas. Tras
los insights acerca de la no‑dualidad, la tendencia ya no será disociarse de la
experiencia, sino abrirse plenamente a la experiencia de forma indivisa y sin
brechas — experimentando todo sin distancia, como una conciencia vívida.
Tales realizaciones, sin embargo, pueden dividirse
en dos tipos:
a) No‑dualidad sustancialista/esencialista
b) No‑dualidad no sustancialista/no esencialista
Esta última, la llamo la realización de anatta,
propiamente dicha.
Pero hablemos, en forma resumida, de a) la no‑dualidad
sustancialista/esencialista:
Una persona de este tipo puede haber percibido que
su conciencia nunca estuvo dividida de las manifestaciones, que todas las
manifestaciones no son otra cosa que la propia conciencia. Sin embargo, la
tendencia kármica (el condicionamiento profundo) de concebir la conciencia como
una fuente inherentemente existente, inmutable y como sustrato de los
fenómenos, permanece — salvo que ahora la conciencia se vea como indivisa de su
manifestación, haciendo que todo se subsuma a ser modulaciones de la Conciencia
Pura. Se observa que todos los fenómenos son meramente la Conciencia
manifestándose en diversas formas. Sin embargo, uno no equipara las formas con
la conciencia — las formas son como espectáculos luminosos fugaces mostrados en
una pantalla/espejo inmutable, mientras que las proyecciones y los reflejos
pasan inseparablemente desde la base del espejo sin la división sujeto/objeto,
y la base subyacente de la conciencia permanece inalterable. El hinduismo puede
llegar hasta ese punto.
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New Translation (Parte 4)
3. No‑Self en términos de lo que yo llamo realización de Anatta
Pero luego está la opción b), en la que se llega a
comprender que no solo ocurre que todas las formas son meras modulaciones de la
conciencia, sino que, en realidad, “Conciencia” o “Conciencia‑Presencia” es
verdaderamente y únicamente Todo — es decir, no existe ninguna “Conciencia” o
“Conciencia‑Presencia” aparte de la manifestación luminosa de los agregados,
sea lo que se vea, se oiga, se perciba, se toque, se conozca o se huela…
Anatta no es meramente una experiencia de liberación
de la personalidad; antes bien, es un insight acerca de la completa ausencia de
un yo/agente, de un hacedor, de un pensador, de un observador, etc., que no se
puede separar del flujo momento a momento de la manifestación. La no‑dualidad
se percibe de forma plena, como algo que siempre ha sido así: aquí no existe
esfuerzo en lo no‑dual y uno se da cuenta de que, al ver, solo hay paisaje (sin
vidente ni acto de ver que vaya más allá de los colores) y, al oír, solo hay
sonidos (nunca hay oyente ni acto de oír que vaya más allá de los sonidos). Un
punto muy importante es que Anatta/No‑Self es un Sello del Dharma, es la
naturaleza de la Realidad en todo momento — y no simplemente un estado libre de
la personalidad, del ego o del “yo pequeño”, ni una etapa a alcanzar. Esto
significa que la experiencia de anatta no depende del nivel de realización del
practicante, ya que la Realidad siempre ha sido Anatta, y lo fundamental es el
insight intuitivo de ella como la naturaleza, la característica, del fenómeno
(Sello del Dharma).
Para ilustrar aún más, dada la importancia de este
sello, me gustaría tomar una cita del Sutta de Bahiya
(http://awakeningtoreality.blogspot.com/…/ajahn-amaro-on-non…):
“En la vista, solo está lo visto, sin vidente;
En el oído, solo está lo oído, sin oyente.”
Si un practicante llegara a sentir que ha
trascendido las experiencias de “oír un sonido” hasta un estado de “convertirse
en sonido” o asumiera que “solo hay sonido”, esa experiencia se distorsionaría
de nuevo. Porque, en realidad, al oír solo hay sonido y jamás hubo un oyente
desde el principio. Nada de lo alcanzado es siempre así. Esta es la principal
diferencia entre una experiencia pico momentánea (que dura minutos o, a lo
sumo, una hora) de no‑dualidad y un cambio cuántico permanente en la percepción
que hace que esa experiencia pico se convierta en un modo permanente de
percibir.
Este es el sello del no‑yo y puede ser realizado y
experimentado en cada momento; no se trata de un mero concepto.
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New Translation (Parte 5)
En resumen, tras la realización de anatta en el caso
(b), e incluso en el caso (a), la no‑dualidad deja de ser una experiencia pico
pasajera que va y viene, ya que todo el paradigma de la conciencia, el nudo de
la percepción, la proliferación mental —la actividad continua de proyectar un
“yo” o de establecer la dicotomía sujeto/objeto— se corta a un nivel más
fundamental cuando se desmantela el marco ilusorio mediante el cual se percibe
el mundo. Lo que puedo decir es que, personalmente, durante más de 9 años tras
haber realizado anatta, no he experimentado ni el más mínimo sentido de
dualidad sujeto/objeto o de agencia, ni siquiera el más leve rastro. Eso se ha
ido para siempre y no se trata simplemente de una experiencia pico.
Lo que describiste en tu post es lo que yo llamé “no‑accionismo”.
Y sí, es un insight maravilloso, pero aún existen insights más maravillosos en
el camino, que verdaderamente cambian la vida de manera muy positiva, ¡que no
puedo recomendar lo suficiente!
El mundo experimentado tras la realización y
maduración de anatta, cuando todas las facetas del yo/Yo se disuelven por
completo, es verdaderamente maravilloso. Así es como lo describí en mi guía
(gratuita):
“Este es un mundo donde nada jamás puede mancillar
ni tocar esa pureza y perfección, donde todo el universo/toda la mente se
experimenta de forma vívida como esa misma pureza y perfección, desprovista de
cualquier tipo de sentido de yo o de un observador que perciba el mundo desde
un punto de vista distante — la vida sin ‘yo’ es un paraíso viviente, libre de
emociones aflictivas/dolorosas, donde cada color, sonido, olor, sabor, tacto y
detalle del mundo se destaca como el campo ilimitado de una conciencia
prístina, de un brillo/radiancia centelleante, colorido, de alta saturación, en
HD, luminoso, de intensidad aumentada y con un maravilloso asombro y magia,
donde las vistas, sonidos, aromas, sensaciones y pensamientos circundantes se
perciben con total claridad hasta en el más mínimo detalle, de forma vívida y
natural, no solo a través de un único sentido sino de los seis, donde el mundo
es como un país de las maravillas sacado de un cuento, revelado de nuevo en
cada momento en su máxima profundidad, como si fueras un bebé recién nacido
experimentando la vida por primera vez, fresco y nunca antes visto, donde la
vida abunda en paz, alegría y valentía, incluso en medio del aparente caos y de
los problemas de la existencia, y todo lo experimentado a través de los
sentidos supera con creces cualquier belleza previamente vivida, como si el
universo fuese un cielo hecho de oro reluciente y joyas, experimentado con una
inmediatez total sin brechas ni separación, donde la vida y el universo se
experimentan en su intensa lucidez, claridad, vitalidad y presencia
vivificante, no solo sin intermediarios y sin separación, sino sin centro ni
límites — una infinitud tan vasta como un cielo nocturno interminable se
actualiza en cada instante, una infinitud que es simplemente el vasto universo
manifestándose como una presencia vacía, sin distancia, sin dimensión y
poderosa, donde las montañas y estrellas en el horizonte no se distinguen más
allá de lo que respiras, y brillan tan íntimamente como tu latido, donde la
escala cósmica de la infinitud se actualiza incluso en actividades cotidianas,
pues la totalidad del universo participa en cada actividad ordinaria,
incluyendo caminar, respirar y tu propio cuerpo (sin rastro alguno de un ‘yo’ o
‘mío’) siendo tan solo la acción de la originación dependiente, y no hay nada
fuera de esta exertión/universo sin límites, donde la pureza e infinitud del
maravilloso mundo experimentado al ser limpiado en todas las puertas de la
percepción es constante.”
(Si las puertas de la percepción se limpiaran,
todo se mostraría al hombre tal como es: Infinito. Porque el hombre se ha
encerrado a sí mismo, hasta ver todas las cosas a través de estrechas rendijas
de su caverna. – William Blake)
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New Translation (Parte 6)
Aunque el aspecto del no‑accionismo en sí no indica
la realización de anatta, ello no significa que no sea importante.
Particularmente, el no‑accionismo se experimenta claramente cuando se penetra y
se realiza la primera estrofa de anatta de John Tan. Sin embargo, la primera
estrofa de anatta no es meramente no‑accionismo, como se explica en esta
conversación. La primera estrofa de anatta transmite tanto la ausencia de
agente como el no‑accionismo, y no solo el no‑accionismo. Comentando el avance
de alguien, John Tan dijo: “Más hacia la segunda estrofa [de anatta], el no‑accionismo
es igualmente importante.” Y acerca de otra persona: “No‑dual, pero no puede
discernir claramente la diferencia entre lo convencional y lo último. ¿Habló
sobre la espontaneidad natural? [En] las 2 estrofas de anatta, el no‑accionismo
llevará a la espontaneidad natural. Actualmente se habla de la libertad del
observador y del observado, pero no está presente la segunda parte, que
consiste en darse cuenta de que las apariencias son solo una claridad vacía.
Por lo tanto, la ausencia de esfuerzo en una presencia vívida no será posible
sin estos 2 insights como base.”
Estimo que, cuando alguien dice que ha roto con el
no‑yo, el 95% al 99% de las veces se está refiriendo a la impersonalidad o al
no‑accionismo, ni siquiera a la no‑dualidad, y mucho menos a la verdadera
realización de anatman (el sello del Dharma del no‑yo en el budismo). A
aquellos que afirman tener insight sobre el no‑yo, generalmente les pido que
comparen su experiencia con lo siguiente:
“¿Qué es el insight experiencial? 👍”
Yin Ling:
Cuando hablamos de insight experiencial en el
budismo,
significa…
Una transformación literal de la orientación
energética de todo el ser, hasta la médula.
El sonido DEBE literalmente escucharse a sí mismo.
Sin oyente.
Limpio. Claro.
Una atadura que se corta de la cabeza hasta allá de
un día para otro.
Luego, gradualmente, el resto de los 5 sentidos.
Entonces, se puede hablar de Anatta.
Así que, si para ti,
¿El sonido se escucha a sí mismo?
Si no, aún no. ¡Debes seguir adelante! Investiga y
medita.
¡No has alcanzado aún el requisito básico de insight
para los insights más profundos como anatta y el vacío!
Yin Ling:
Yin Ling: “La realización es cuando
Este insight penetra hasta la médula y ni siquiera
necesitas un minuto de esfuerzo para que el sonido se escuche a sí mismo.
Es como vivir con una percepción dualista ahora, muy
normal, sin esfuerzo.
Las personas que han realizado Anatta viven en
Anatta sin esfuerzo, sin usar el pensamiento para orientarse. Esa es su vida.
Ni siquiera pueden volver a la percepción dualista,
porque eso es una imputación, está erradicada.
Al principio, puede que necesites orientarte
deliberadamente con cierto esfuerzo.
Luego, en algún momento, ya no es necesario… más
adelante, incluso los sueños se volverán Anatta.
Esa es la realización experiencial.
¡No hay realización a menos que se alcance este
hito!”
…..
“Soh:
Lo importante es que exista una realización
experiencial que conduzca
a una expansión energética hacia todas las formas,
sonidos, el universo radiante…
de modo que no es que estés aquí, en el cuerpo,
mirando hacia fuera el árbol, escuchando a los
pájaros cantar desde aquí,
sino que simplemente los árboles se balancean
vívidamente por sí solos, con luminiscencia,
sin un observador,
los árboles se ven a sí mismos,
los sonidos se escuchan a sí mismos,
no existe un lugar desde el cual se experimenten, ni
un punto de vista,
la expansión energética hacia fuera en una
manifestación vívida, ilimitada,
pero no es una expansión desde un centro,
simplemente no hay centro;
sin ese cambio energético, no es realmente la
experiencia auténtica del no‑yo.”
– xabir Snoovatar
(https://www.awakeningtoreality.com/2022/12/the-difference-between-experience-of.html)
Etiquetas: Anatta, Yin Ling |
También… “El sonido se escucha a sí mismo, la vista
se ve a sí misma”, etc.
Eso es simplemente no‑dualidad. Un estado de mente
sin pensamiento. Esto aún no es la realización de anatman.
Lo que es más importante es la realización de anatta
como un Sello del Dharma, que penetra los referentes de la visión inherente.
Como escribí antes:
“Señor JD, respecto a tu pregunta:
No es así. Recientemente escribí a alguien:
Ayer, alguien en la fase del YO SOY me dijo: ‘Me
cuesta ver el primer plano [la apariencia] como “conciencia”. Probablemente
esté equiparando “conciencia” con “fondo” en mi mente.’ Le dije que es porque
tiene alguna definición de conciencia que lo bloquea. Él me dijo: ‘Olvida la
definición de conciencia y solo observa la vitalidad radical del “primer
plano”. Eso basta, ¿no?’ Le respondí: ‘No, no basta con olvidar la definición
de conciencia. Necesitas examinarla profundamente, desafiarla, investigarla.’
También le envié algunos textos que envié a otra persona anteriormente y le
dije: ‘Tener una experiencia sin fondo [como una experiencia de mente sin
pensamiento] no es lo mismo que darse cuenta de que jamás existió un sujeto de
fondo o un vidente, o de un acto de ver más allá de lo visto. Esto último debe
surgir como una realización. Así que necesitas analizarlo en la experiencia
directa.’
Khamtrul Rinpoche sobre la realización de anatta en
el texto Mahamudra:
“En ese punto, ¿es el observador —la conciencia—
algo distinto de lo observado —la quietud y el movimiento— o es, en realidad,
esa quietud y ese movimiento en sí? Al investigar con la mirada de tu propia
conciencia, llegas a comprender que aquello que se investiga a sí mismo no es
otra cosa que quietud y movimiento. Una vez que esto sucede, experimentarás un
vacío lúcido como la conciencia naturalmente luminosa que se conoce a sí misma.
En última instancia, ya sea que llamemos a esto naturaleza y radiancia, lo
indeseable y el antídoto, observador y observado, atención plena y
pensamientos, quietud y movimiento, etc., debes saber que los términos de cada
par no difieren entre sí; al recibir la bendición del gurú, constata
correctamente que son inseparables. En última instancia, alcanzar la amplitud
libre de observador y observado es la realización del verdadero significado y
la culminación de todos los análisis. Esto se llama “la visión que trasciende
los conceptos”, que está libre de conceptualización, o “la visión de la mente
vajra.”
“Vipashyana de Fructificación es la realización
correcta de la convicción final de la no‑dualidad de observador y observado.”
Lo que dijo Khamtrul Rinpoche no es simplemente una
experiencia. Penetra las convenciones y el análisis y se da cuenta del vacío de
dichas convenciones.
En el budismo, las cesaciones no analíticas como los
estados de mente sin pensamiento y el samadhi no liberan. Solo la cesación
analítica, basada en la sabiduría que penetra y ve a través de la visión
equivocada de la existencia inherente, es capaz de liberar. Es la sabiduría
prajna la que realiza el Sello del Dharma de anatta, de la originación
dependiente y del vacío.
——
Hace muchos años visité un centro Zen en Geylang en
varias ocasiones, cuyo maestro era un muy famoso maestro Zen coreano con
numerosos centros de Dharma establecidos en todo el mundo, que falleció a
principios de los 2000. Encontré sus escritos muy resonantes, ya que él era
capaz de expresar de forma sencilla y articulada el estado de mente sin
pensamiento. Leí muchos de sus libros. Incluso decía cosas como: “Tu verdadero
yo no tiene exterior ni interior. El sonido es mente clara, y la mente clara es
sonido. El sonido y el oír no son separados; solo hay sonido”, etc.
Sin embargo, me decepcionó descubrir más tarde que
él experimentaba la mente sin pensamiento, pero con la visión de una mente
única, es decir, que no había alcanzado la realización de anatman que penetrara
la visión de la existencia inherente. Como resultado, a pesar de su experiencia
no‑dual, seguía sin poder superar la visión de una sustancia única
inherentemente existente que se manifiesta en diversas formas, lo cual es la
visión de la no‑dualidad sustentada (no‑dualidad basada en la sustancia o la
esencia). Solo me di cuenta de ello tras leer con más detenimiento sus puntos
de vista y escritos, y encontré un artículo en el que expresaba que la
Naturaleza del Dharma es la sustancia universal de la que todo en el universo
está compuesto, es una sustancia inmutable que es informe como el agua, pero
que puede aparecer como lluvia, nieve, niebla, vapor, río, mar, granizo o
hielo, y que todo es una forma diferente de esa sustancia universal e
inmutable.
Está claro para mí que él experimenta la no‑dualidad
y la mente sin pensamiento, pero lo que dijo sigue siendo precisamente una
reificación de una fuente y un sustrato ontológico, universal, único,
indivisible e inmutable que es el “uno sin segundo” manifestándose en múltiples
formas. Esto equivale a tener una visión de la existencia inherente en relación
con una fuente/metáfora sustrato, aunque sea no‑dual con los fenómenos.
Informé a John Tan de lo anterior en 2018 y él
respondió: “Para mí, sí. Es una experiencia equivocada debido a la falta de
visión. Ese es, en mi opinión, el problema del Zen. La mente sin pensamiento es
solo una experiencia. Del insight de anatta debe surgir, y luego refinarse la
visión.” (Esta es una tendencia general, pero hay muchos maestros Zen con una
visión clara y profundas realizaciones también).
Otro escritor Zen estadounidense, cuyos libros he
disfrutado leer y que me han parecido muy resonantes en muchos aspectos, porque
era capaz de expresar la experiencia de la mente sin pensamiento y lo que llamo
la exertión total (一法究盡 (ippo‐gūjin)), escribió
que la mente del Buda es montañas, ríos y la tierra, el sol, la luna y las
estrellas. Y dijo que “En el estado de práctica y iluminación auténticas, el
frío te mata, y solo hay frío en todo el universo. El calor te mata, y solo hay
calor en todo el universo. La fragancia del incienso te mata, y solo hay la
fragancia del incienso en todo el universo. El sonido de la campana te mata, y
solo hay ‘boooong’ en todo el universo…” Esto es una buena expresión de la
mente sin pensamiento.
Sin embargo, más tarde, tras una lectura más
detenida, me decepcionó descubrir que él aún carecía de la realización de
anatman, y por ello no fue más allá de la visión de una mente única, a pesar de
tener la experiencia de la mente sin pensamiento. Continuó afirmando que “los
objetos de la mente vienen y van en un flujo interminable, los contenidos de la
conciencia surgen y cesan – la mente o la conciencia es el reino inmutable en
el que los objetos vienen y van, la dimensión inmutable en la que los contenidos
de la conciencia surgen y cesan”, y aunque él considera que la conciencia es
inmutable mientras todos los fenómenos cambian, insiste en que la conciencia es
no‑dual con los fenómenos: “En resumen, la realidad es no‑dual (no dos); por lo
tanto, todo en la realidad es un aspecto o elemento intrínseco de esa única
realidad.”
Está claro que, a pesar de su experiencia no‑dual
hasta el punto de la mente sin pensamiento, la visión de la existencia
inherente es muy fuerte y sutilmente dual. La desconexión entre la visión y la
experiencia persiste. Es tener la visión atman de una realidad única, inmutable
e inherentemente existente, a la vez que se experimenta la no‑dualidad en todo.
Podría continuar citando innumerables otros maestros y practicantes, sean
budistas o no, que tienen este problema, porque es muy común.
Por ello, anatta no es solo la experiencia de la
mente sin pensamiento, o una experiencia no‑dual, o incluso la realización de
la no‑división entre sujeto y objeto, entre el que percibe y lo percibido,
entre oír y el sonido. Muchos practicantes y maestros, lamentablemente, lo
confunden. En cambio, debe ser una realización que penetra, que corta a través
de la visión de la existencia inherente de una fuente/sustrato/conciencia. Es
la realización de que solo la manifestación vívida y luminosa se conoce y se despliega
sin que exista jamás un conocedor o un agente, tal como no existe el viento que
actúa como agente del soplar o el relámpago que actúa como agente del destello
(ambos son simplemente designaciones dependientes y nombres meros), y además no
existe ninguna esencia ontológica o metafísica que exista de ninguna forma o
manera.
Por ello, tras superar el “YO SOY” y pasar a la no‑dualidad,
es crucial abandonar la visión de “una sola sustancia” y avanzar hacia la
realización de anatman. Incluso esto es solo el comienzo.
En las últimas semanas, más personas han realizado
anatman en mi blog y les he estado guiando hacia insights más profundos sobre
la originación dependiente y el vacío. Sin embargo, los insights genuinos sobre
el vacío y la originación dependiente no se pueden comprender sin una profunda
comprensión de nuestra conciencia, de nuestra claridad vacía. Generalmente, no
confundo demasiado a las personas respecto de la originación dependiente y el
vacío hasta que tienen muy claro, mediante la realización de anatta a través de
las dos estrofas, las 2 autentificaciones de anatta, pues esa es la base. Todo
es vacío de existencia inherente pero se ve vívidamente claro y radiante; todo
aparece porque es la radiancia de la claridad. Por ello, para tener un insight
profundo, la autenticación directa de tu resplandor y claridad es crucial. La
realización de anatman es clave.
En la primera estrofa, se percibe el sujeto de
fondo, el agente, el observador, el hacedor, y todo surge espontáneamente. En
la segunda estrofa, ver es solo ver, y la claridad y presencia‑resplandor se
autentican directamente como todas las apariencias, como todas las montañas,
ríos y la gran tierra.
Ambas estrofas son igualmente importantes. La falta
de esa autenticación directa del resplandor como toda apariencia vívida, ese
poderoso gusto e insight de la transitoriedad como Presencia‑Conciencia, no es
lo que llamo una realización auténtica de anatman. Puede ser simplemente una
comprensión intelectual, o estar aún sesgada hacia el no‑accionismo, sin
alcanzar la no‑dualidad y anatta. Sin embargo, incluso si uno tiene la
realización de la conciencia como apariencia vívida, puede caer en la no‑dualidad
sustancialista, por lo que se debe tener cuidado de profundizar el insight y
ver a través de cualquier visión residual o sentido de una conciencia
inherentemente existente e inmutable.
Las dos autentificaciones de anatta son, como
escribí anteriormente:
Estrofa 1
Hay pensamiento, pero no hay pensador
Hay oír, pero no hay oyente
Hay ver, pero no hay vidente
Estrofa 2
En el pensar, solo hay pensamientos
En el oír, solo hay sonidos
En el ver, solo hay formas, contornos y colores
Esto debe realizarse como un Sello del Dharma. Debe
surgir el insight de que “anatta” es un sello y no una etapa, para avanzar
hacia el modo “sin esfuerzo”. Es decir, anatta es la base de todas las
experiencias y siempre lo ha sido, sin yo. Al ver, solo se ve; al oír, solo se
oye; y al pensar, solo se piensa. No se requiere esfuerzo y jamás ha existido
un “yo”.
Por ello, considero que es importante enfatizar
anatta como una realización del Sello del Dharma, es decir, en ver, solo se ve,
sin que jamás haya existido un vidente. Esto no es una etapa en la que el
sentido de un vidente se disuelve en simplemente lo visto, ya que podría
tratarse simplemente de una etapa sin la sabiduría prajna que penetra y ve a
través del constructo de un punto de referencia interno de un perceptor o de
una conciencia inherentemente existente, como algo fundamentalmente ilusorio y vacío.
Tener una experiencia de mente sin pensamiento no es
muy difícil ni poco común; de hecho, es mucho más raro tener la realización de
anatta, aunque la realización de anatta es también solo otro comienzo en el
camino hacia la Buddhanidad. Muchos se centran en la experiencia, y falta
claridad para penetrar las diferencias. Es raro encontrar practicantes y
maestros que hayan realizado verdaderamente anatta. La mayoría de las personas
que tienen experiencias no‑duales interpretan “en lo visto, solo lo visto” como
simplemente un estado de mente sin pensamiento, en lugar de la realización más
importante que penetra el punto de referencia de un yo inherentemente
existente, de un perceptor, de un agente, de una conciencia, de una percepción
que podría existir por sí misma, separada de la manifestación, percibiendo que
siempre ha sido así, que jamás existió un vidente o una visión aparte de lo
visto, siempre ha sido así.”
Ya es tarde y este post se está extendiendo
demasiado, y mañana abordaré algunas de tus cuestiones sobre el no‑accionismo
en un post aparte.
——–
El autor del post respondió:
“Oh, Dios mío…
Estoy sin palabras en este momento. Intentaré
responder adecuadamente cuando todo esto se asiente un poco. Realmente
entiendes. Describes otras experiencias que yo también he tenido, o vislumbres
e incluso “sospechas”. Tengo muchas ganas de leer lo que tienes que decir sobre
los problemas del no‑accionismo. No tienes idea de lo agradecido que estoy por
ello. O… quizá sí, en realidad. Lo he leído dos veces ya, y lo leeré de nuevo.
¡Vaya!
Creo que también debería leer tu guía. Acabo de
hojear el índice y parece muy interesante.
¡Muchas gracias, muchas gracias!
Al día siguiente, escribí más:
Más respuestas:
Después de describir las diferentes facetas del
yo/Yo y del no‑yo/Yo, abordaré un poco las trampas y los malentendidos del no‑accionismo
y del no‑yo.
Alguien que experimenta el no‑accionismo vive cierta
espontaneidad y una sensación de libertad hasta cierto punto, pero a menudo
esto viene acompañado de mucha confusión, que solo se despeja con insights o
indicaciones más profundas.
Una posible trampa es que uno podría acabar con una
comprensión confusa del no‑yo y de la no‑acción.
Escribí esto en Facebook en respuesta a un amigo,
Din Robinson, a quien Thusness le escribió sus “7 estados de experiencia”
(originalmente 6) en 2006:
Din: “Tan pronto como tomas cualquier acción o
sientes la necesidad de entrenar, entonces perpetúas el mito de un ‘tú’ que
existe en el tiempo y en el espacio, ¡no es que haya algo malo en ello!”
Mi respuesta:
Esto no es cierto. Es tan ridículo como decir
“mientras tomes alguna acción para mantenerte en forma, como ir al gimnasio,
entonces perpetúas el mito de un ‘tú’ que existe en el tiempo y en el espacio”
o
“mientras tomes alguna acción para aprobar tus
exámenes, como estudiar mucho, entonces perpetúas el mito de un ‘tú’ que existe
en el tiempo y en el espacio”
o
“mientras tomes alguna acción para sobrevivir, como
comer y dormir, entonces perpetúas el mito de un ‘tú’ que existe en el tiempo y
en el espacio”
o
“mientras tomes alguna acción para curar tu enfermedad,
como ir al médico, entonces perpetúas el mito de un ‘tú’ que existe en el
tiempo y en el espacio”
El no‑yo/Anatta no consiste en negar el pensamiento,
la acción, llevar agua o cortar leña… y esa es la diferencia clave entre un
insight genuino de anatta y una comprensión conceptual dualista. La noción de
que “acción” e “intención” implican, o requieren, un “hacedor”, y por lo tanto,
que en la no‑acción las intenciones y las acciones también deben cesar, es
precisamente el uso del pensamiento dualista para comprender anatta…
La acción nunca requirió un yo (de hecho, jamás
existió un yo o un hacedor aparte de la acción: solo una ilusión de uno), y la
acción no necesita perpetuar el mito de un yo. El mito del yo no depende
exactamente de la acción o de su ausencia. Claro, la acción que surge del
sentido dualista de hacedor/acto, donde hay un “yo” intentando modificar o
lograr “aquello”, es una forma de acción producida por la ignorancia. Pero no
todas las acciones necesariamente surgen de un sentido subyacente de dualidad.
Si todas las acciones surgiesen de un sentido de dualidad, entonces, tras el
despertar, uno simplemente moriría, ya que ni siquiera podría alimentarse.
Cuando se opera con una forma dualista de entender,
se piensa que la acción implica un yo que realiza un acto, y se piensa que la
no‑acción implica que el yo termina con la acción. Pero el insight genuino
acerca de la no‑acción es simplemente la realización de que nunca hubo un
verdadero actor detrás de la acción, por lo que en la acción solo existe la
acción misma: el ser total es únicamente la exertión total de la acción, y eso
siempre ha sido así, aunque no se haya realizado. Esa es la verdadera no‑acción:
no hay sujeto (hacedor) que realice un acto (objeto).
Además: El mito de un yo no depende de la práctica
ni de su ausencia. (¡Oh, pero la “práctica correcta” y la “contemplación” hacen
mucho para deconstruir ese mito!) Sin embargo, el mito del yo depende de la
ignorancia, y solo la sabiduría termina con esa ignorancia, tal como encender
las luces conduce a la cesación natural del miedo irracional y de pensar en
monstruos en una habitación oscura por parte de un niño.
Solo existe la acción sin hacedor. La ausencia de
hacedor no niega la acción, sino que niega la agencia, y la realización de ello
conduce a la experiencia directa e inmediata de la exertión total/acción total,
en la que el hacedor/acto se refina hasta desaparecer en un solo movimiento. No
hay nada pasivo en la no‑acción. La no‑acción es simplemente acción sin yo/Yo.
Todas las acciones realizadas sin sentido del yo/Yo son, de hecho, no‑acción.
Sin el polo subjetivo (hacedor), el polo objetivo, en contraposición al sujeto
(sobre el que se actúa), se niega automáticamente. Sin embargo, claramente, la
exertión total — acción pura… — sigue ocurriendo.
Dogen llama a esto práctica‑iluminación. No
practicas para la iluminación (como si fuera un objetivo futuro separado de
ti). Tu propia práctica de poner en acto el insight de anatta es, en sí misma,
práctica‑iluminación. Sentarse es práctica, es activación, es la naturaleza
Buda, es iluminación. Incluso defecar puede ser práctica/activación, y ese
mismo acto es la naturaleza Buda, es iluminación. Tu propia
práctica/activación/acto de simplemente sentarte, oír el viento soplar, ver el
paisaje, caminar por la calle, cortar leña, transportar agua (sin ninguna
ilusión del yo/Yo) — eso, por sí solo, es práctica/activación‑iluminación, es
la exertión total en la que el ser total es simplemente todo el sonido, todo el
paisaje, toda la acción… Esto es práctica no‑dual y acción no‑dual.
2. Una interpretación errónea del no‑yo conduce a una idea fatalista y
determinista que niega o malinterpreta la causalidad y la originación
dependiente. El no‑yo en el Dharma budista se basa en la comprensión de la
originación dependiente. Pero la originación dependiente no debe
malinterpretarse como fatalismo ni como la idea de que “nada se puede hacer
para lograr algo.”
Sería erróneo si un médico, al darse cuenta de que
no existe el yo, dijera a sus pacientes que todas las enfermedades están de
algún modo predestinadas o son inevitables y que uno debe rendirse pasivamente
al flujo de las cosas y ver qué sucede. Por supuesto, eso es absurdo. Se deben
tratar de forma rápida y activa. Pero se tratan no intentando ejercer control o
una voluntad forzada mediante la falsa noción de agencia (la enfermedad no se
cura simplemente tratando de quererla o controlarla para hacerla desaparecer —
hay tantas dependencias involucradas). Se tratan al comprender su originación
dependiente y tratándola de forma no inherente. Del mismo modo, el Buda es como
un gran médico que discierne por completo nuestra enfermedad y la cura para
ella, y fue así, discerniendo la originación dependiente, que enseñó las Cuatro
Nobles Verdades: la verdad del sufrimiento, la causa del sufrimiento, el fin
del sufrimiento y el camino que pone fin al sufrimiento (que es el noble camino
óctuple).
También, como dijo John Tan/Thusness hace muchos
años:
“Surgen tendencias nihilistas cuando el insight de
anatta se inclina hacia el aspecto del no‑accionismo. Lo que ocurre por sí solo
debe entenderse correctamente. Parece que las cosas se logran haciendo nada,
pero en realidad se logran por el madurar de la acción y de las condiciones.
Así, la ausencia de la naturaleza del yo no
implica que no haya que hacer nada o que no se pueda hacer nada. Ese es un
extremo. En el otro extremo está la naturaleza del yo — es decir, el control
perfecto de lo que uno desea, lo que se obtiene. Ambos se consideran falsos.
Acción + condiciones conducen al efecto.”
3. ¿Conoces los siete factores del despertar enseñados por el Buda? Son
la atención plena, la investigación, la energía, el éxtasis, la tranquilidad,
la estabilidad mental y la ecuanimidad. Así es como debemos cultivarlos en
nuestra práctica y evaluar en qué punto se encuentra nuestra práctica. Estos
son los factores que hay que cultivar, y que conducen al despertar y a la
liberación. Esto significa que nuestra práctica debe hacernos sentir alegres,
radiantes, brillantes, conscientes, tranquilos, calmados, enfocados, llenos de
energía, con insights más profundos, etc. Estas cualidades positivas de la
mente crecen naturalmente a medida que practicamos. Pero si, en cambio, nos
volvemos cada vez más como zombis, más letárgicos y desmotivados, eso significa
que algo está fallando en nuestro camino y debemos investigarlo y corregirlo.
Después de madurar anatta, se siente una gran energía recorriendo el cuerpo, e
incluso el aspecto de uno irradia naturalmente la alegría y la luminosidad que
se experimenta.
Recuerdo que una de las primeras cosas que John
Tan/Thusness le preguntó a alguien, hace muchos años, después de que esa
persona describiera cierto insight sobre el no‑yo y el no‑accionismo, fue: “¿Ha
surgido energía celosa?” y comentó: “Es aconsejable llevar el insight de anatta
al modo activo.”
Por ello, es bueno saber que existen el modo pasivo
y el modo activo del no‑yo.
Existe el modo pasivo de no‑accionismo, en el que
uno deja que las cosas ocurran por sí solas, pero a menudo esto viene
acompañado de una sensación de disociación, porque el nivel de insight aún no
ha alcanzado el estado no‑dual. Incluso después de la no‑dualidad de anatta,
suele tardar algún tiempo en madurar ese insight y en experimentarse de tal
modo que anatta se manifieste en acción total y exertión total. ¿Recuerdas lo
que dije sobre Michael Jackson? Él bailaba hasta que se olvidaba por completo
del sentido del yo, convirtiéndose “solo en la danza”. Fíjate en que no estaba
sentado en posición de loto, sino que estaba completamente comprometido. Las
personas que practican deportes peligrosos también suelen reportar entrar en la
“zona” y olvidar el yo, en un estado de unión completa con su acción y su
entorno, ya que cualquier error puede significar la muerte, y es ese estado
elevado de vitalidad y de muerte del ego en el momento de total compromiso en
la acción lo que también resulta atractivo para involucrarse en tales
actividades. Pero, ay, todas estas son solo experiencias pico pasajeras, ya que
no han realizado anatta. No es necesario emprender hazañas extraordinarias para
alcanzar tales estados pico; la realización de anatta transforma las
actividades ordinarias y cotidianas de la vida en maravillosas manifestaciones
de la naturaleza Buda y en exertión total.
Sin embargo, todas estas personas descritas
anteriormente no solo están experimentando una “experiencia pasiva de no‑accionismo”
— su sentido del yo está completamente disuelto. ¿Cuál es la diferencia? No es
que simplemente estén “observando pasivamente el desarrollo de las cosas.”
Lejos de ello, no se limitan a ver cómo las cosas pasan con un desapego pasivo,
como un espectador disociado… Están completamente enfocados, totalmente en la
“zona”, enteramente comprometidos con su ser/cuerpo-mente y sus intenciones en
la acción, hasta que la brecha entre el actor y la acción, entre el hacedor y
el acto, entre el observador y lo observado se refina hasta desaparecer,
fusionándose en la propia acción. Esa es la verdadera no‑acción, que no es
inactividad pasiva, sino acción no‑dual, acción sin el sentido del yo, o dicho
de otro modo, el ser total es la acción. Es el compromiso total en la acción
sin el sentido del yo, no solo sin el sentido de hacedor, sino también sin el
sentido de ser un mero observador pasivo.
Como dije anteriormente, una vez que surge la
realización de anatta, la no‑dualidad se convierte en el estado natural y se
percibe como tal. Inicialmente, tras el insight, es posible que aún se
experimente la no‑dualidad en un estado pasivo — simplemente relajándose y
permitiendo que las experiencias sensoriales y los acontecimientos surjan en un
estado no‑dual, experimentando el no‑yo de forma pasiva, como disfrutar del
paisaje hasta olvidar por completo el yo en la vivacidad o luminosidad del
paisaje, de los sonidos, de las sensaciones y de los aromas, etc. — esta vez de
forma sin esfuerzo y natural, sin entrada ni salida — pues se percibe que, al
ver, lo que se ve son solo colores sin vidente, y al oír, solo se oyen sonidos
sin oyente.
Y, sin embargo, un insight maduro sobre anatta
también nos permite el camino para comprometernos completa e
ininterrumpidamente en las acciones, hasta el punto de disolver todo sentido
del yo en dicha acción. La última etapa de las diez imágenes del pastoreo del
buey en el Zen se llama “entrar en el mercado.” La experiencia de la acción
total/no‑acción/acción no‑dual es básicamente como estar en la “zona,” como se
mencionó anteriormente, pero lo importante es darse cuenta y poner en práctica
ese estado natural en todas las actividades, y eso solo es posible tras
realizar anatta. Una vez realizada anatta (y no solo el no‑accionismo), resulta
muy natural y sin esfuerzo comprometerse completamente en la acción, hasta que
no quede rastro alguno del yo, y se actualice por completo tu verdadera
naturaleza como esa misma acción. Esto se enfatiza fuertemente en el Zen, pero
incluso las enseñanzas básicas del Theravada pueden llevarte a ese estado si se
comprenden bien – https://www.awakeningtoreality.com/2012/10/total-exertion_20.html
– discutí una conversación que tuve con un maestro Zen y esto podría
interesarte.
Esta acción no‑dual madura, finalmente, en la
exertión total, que se enfatiza en ciertas enseñanzas como en el Soto Zen y en
el Maestro Zen Dogen. La exertión total es como cuando estás comiendo: todo el
universo está comiendo. Cuando caminas, todo el cielo y las montañas caminan
contigo. En ese momento, en cada experiencia y actividad mundana, experimentas
la infinitud del universo manifestándose en esa misma acción.
Thusness: “[Exertión] Total es, tras la realización
de la interdependencia perfecta, el practicante siente que el universo da lo
mejor de sí para hacer posible este momento. Lee el Dogen sobre remar el
barco.”
Dogen: “El nacimiento es como montar en un barco.
Levantas las velas, remas con el remo y diriges.
Aunque remes, el barco te lleva, y sin el barco no
podrías navegar.
Pero viajas en el barco y tu viaje hace que el barco
sea lo que es…
Cuando viajas en un barco, tu cuerpo, tu mente y el
entorno son la actividad indivisa del barco.
Toda la tierra y todo el cielo son también la
actividad indivisa del barco.”
“Con el partir, el cielo sin límites se va;
con el llegar, toda la tierra llega.
Esto es la mente cotidiana.”
Ahora, si maduras tus insights hasta el punto de la
verdadera no‑acción y la exertión total, no acabarás en un estado de
disociación, pasividad y letargo. En cambio, vivirás la vida a plenitud,
literalmente — en todas las áreas de la vida, completamente vivo, totalmente
comprometido y, sin embargo, desapegado.
Mi impresión de tu post es que estás experimentando
el no‑accionismo, pero con un sentido de disociación, junto con cierta
confusión. Pero si avanzas en los insights y en la práctica conforme a la Guía
AtR, o encuentras un buen maestro Zen (hay muchos buenos, especialmente de la
línea Soto Zen/Dogen) que te pueda llevar a la exertión total, tus problemas se
resolverán. Llegarás a experimentar todo lo que he expuesto en este hilo.
Como dijo John Tan/Thusness anteriormente:
“Cuando anatta madura, uno se integra total y
completamente en lo que surge, hasta que ya no hay diferencia ni distinción.
Cuando surge el sonido, se abraza por completo el
sonido, sin apego. De modo similar, en la vida debemos estar completamente
comprometidos, pero sin apego.”
– John Tan/Thusness
“En realidad, no hay forzamiento.
Los 4 aspectos del estado YO SOY se expresan en su
totalidad en anatta, como te dije.
Si la vitalidad está en todas partes, ¿cómo es que
uno no se involucra?
Es una tendencia natural explorar diversas áreas y
disfrutar en los negocios, en la familia, en las prácticas espirituales… Estoy
involucrado en Finanzas, negocios, sociedad, naturaleza, espiritualidad, yoga… 🤣🤣🤣.
No me parece agotador…
Simplemente no tienes que alardear de esto y aquello
y (solo) ser no‑dual y abierto.”
– John Tan/Thusness, 2019
“Conocí ayer a un amigo que recientemente comenzó a
meditar. Su novia bromeó diciendo que quizás se estaba convirtiendo en monje.
Le dije que, además de la meditación diaria sentada (que es muy importante
incluso después de la realización de anatman, sin hablar de la que se practica
antes –
https://www.awakeningtoreality.com/2018/12/how-silent-meditation-helped-me-with.html),
la práctica ocurre principalmente en la vida diaria y en el compromiso, y no en
alguna región remota en las montañas; se trata de vivir una vida en el mercado
que sea espontáneamente beneficiosa para uno mismo y para los que le rodean, y
alegre, en lugar de miserable. Es estar completamente comprometido y libre.”
El Maestro Zen Bernie Glassman dijo:
“En su nivel más profundo y básico, el Zen —o
cualquier camino espiritual, de hecho— es mucho más que una lista de lo que
podemos obtener de él. De hecho, el Zen es la realización de la unidad de la
vida en todos sus aspectos. No se trata solo de la parte pura o “espiritual” de
la vida: es la totalidad. Son las flores, las montañas, los ríos, los arroyos,
y también la ciudad interior y los niños sin hogar en la Forty-second Street.
Es el cielo vacío, el cielo nublado y hasta el cielo contaminado. Es la paloma
volando en el cielo vacío, la paloma defecando en el cielo vacío, y caminar por
las heces de paloma en la acera. Es la rosa que crece en el jardín, la rosa
cortada que brilla en el jarrón de la sala de estar, la basura en la que
tiramos la rosa, y el compost donde desechamos la basura. El Zen es la vida
—nuestra vida. Se trata de llegar a la realización de que todas las cosas no
son más que expresiones de mí mismo. Y yo mismo no soy más que la expresión
completa de todas las cosas. Es una vida sin límites. Existen muchas metáforas
para una vida así. Pero la que he encontrado más útil y significativa proviene
de la cocina. Los maestros Zen llaman a una vida vivida de forma plena y
completa, sin reservas, “la comida suprema.” Y a una persona que vive así
—alguien que sabe planificar, cocinar, apreciar, servir y ofrecer la comida
suprema de la vida— se le llama un cocinero Zen.”
“¿Pero por qué un venerable anciano como tú pierde
el tiempo haciendo el trabajo duro de un jefe de cocina?” insistió Dogen. “¿Por
qué no dedicas tu tiempo a practicar meditación o a estudiar las palabras de
los maestros?”
El cocinero Zen estalló en carcajadas, como si Dogen
hubiera dicho algo muy gracioso. “Mi querido amigo extranjero,” dijo, “es
evidente que aún no entiendes de qué se trata la práctica Zen. Cuando tengas la
oportunidad, ven a visitarme a mi monasterio para que podamos discutir estos
asuntos con mayor profundidad.” Y con eso, recogió sus setas y emprendió el
largo viaje de regreso a su monasterio.
Dogen finalmente visitó y estudió con el cocinero
Zen en su monasterio, así como con muchos otros maestros. Cuando regresó a
Japón, Dogen se convirtió en un maestro Zen célebre. Pero nunca olvidó las
lecciones que aprendió con el cocinero Zen en China.”
– Zen Master Bernie Glassman — Soh, 2019
“En el Zen, la iluminación implica la integración
total en las actividades. La falta de ese insight no es ‘iluminación en el
Zen’.”
– John Tan, 2010
“Mis actividades diarias no son inusuales,
simplemente estoy en armonía con ellas.
Sin aferrarme a nada, sin descartar nada,
en todas partes no hay impedimentos, ni conflictos.
¿Quién asigna los tonos de carmesí y púrpura?
La última mota de polvo de las colinas y montañas
se extingue.
Mi poder sobrenatural y mi maravillosa actividad —
sacar agua y transportar leña.”
– Leigo Pang
Un antiguo dicho Zen:
“Antes de la iluminación, corta leña y transporta
agua.
Después de la iluminación, corta leña y transporta
agua.”
Ver también: una conversación que tuve con un
maestro Zen en 2012, “Exertión Total”
(https://www.awakeningtoreality.com/2012/10/total-exertion_20.html)
“Lo que dijiste es muy bueno. Me recordó a una
discusión que acabo de tener con Thusness acerca de un nuevo libro de Tony
Parsons titulado ‘This Freedom’.
Le pregunté a Thusness qué es la libertad. La
libertad no es hacer lo que uno desea, pues eso sería todavía una visión del
yo. Tampoco es simplemente estar desvinculado del paradigma dual de
sujeto/objeto, de la división entre vida y muerte.
La realización de anatta y del vacío renuncia al yo
y a los constructos reificados, y en consecuencia, también se disuelven las
fronteras e impedimentos artificiales.
Cuando los constructos artificiales se disuelven, lo
natural, lo primordial y lo inmaculado también se manifiestan espontáneamente
en cada compromiso. Si no es así, uno corre el peligro de seguir enredado en un
último no‑dual y de ahogarse en agua estancada. Por ello, existe una diferencia
entre entender la no‑dualidad fuera del marco dualista y la puesta en práctica
de la realización no‑dual como la espontaneidad de una acción llena de energía
y compasión.
Así que, como me indicó Thusness, la libertad debe
realizarse no solo como desapego, sino también como una expresión ilimitada,
llena de vida y de poder.
Por ello, no solo se ve claramente el camino del
desapego, sino que también el camino de la compasión ilimitada y de la viriya
(energía) poderosa debe sentirse y vivirse directamente. Sin estar inmovilizado
por constructos artificiales y la dualidad, la acción es natural y espontánea;
sin el yo, no hay vacilación ni obstrucción.
Si uno solo ve la libertad como desapego, entonces
se perderá una parte enorme del insight experiencial de anatta y no se
entenderá por qué Mipham insiste tanto en hablar de los atributos positivos del
Buda, sin caer en la visión del Shentong.
Por ejemplo, cuando Thusness me preguntó qué es el
miedo, mi respuesta se refería principalmente a factores mentales/psicológicos
y al apego. Sin embargo, lo que Thusness quiere que vea es que el miedo no solo
se supera mediante el desapego, sino también mediante la sensación de una vida
y energía ilimitadas.
Por cierto, ¿practicas yoga o algún tipo de práctica
energética?”
– Soh, 2016
“Y cuando experimentas, una persona sentirá una
brillantez radiante. Es decir, cuando la veas, la encontrarás radiante, ¿sabes?
Porque una vez que una persona experimenta la no‑dualidad, no hay retención,
solo hay luminosidad. Solo existe una sensación pura de existencia, de
claridad, de todo. De alguna manera, hay una alegría suprema y una energía que
fluye desde todas partes, que sostiene a la persona. Esa es su naturaleza.”
– John Tan, 2007,
(https://www.awakeningtoreality.com/p/normal-0-false-false-false-en-sg-zh-cn.html)
Recuerdo que una de las primeras cosas que John
Tan/Thusness le preguntó a alguien, hace muchos años, después de que esa
persona describiera cierto insight del no‑yo y del no‑accionismo, fue: “¿Ha
surgido energía celosa?” y comentó: “Es aconsejable llevar el insight de anatta
al modo activo.”
Update 2025:
Debido a las circunstancias específicas de la
persona a quien dirigía este artículo, intencionalmente evité profundizar en
insights adicionales más allá del avance inicial de anatta. Proporcionar más
información en esa etapa habría resultado abrumador para alguien que aún estaba
al comienzo de su camino.
Sin embargo, quiero enfatizar que los insights
descritos anteriormente, incluso tras una genuina realización de anatman,
representan solo el comienzo. Con el tiempo se desarrollarán insights
adicionales de forma natural. Para profundizar, cito algunos de los
pensamientos compartidos por John Tan:
“Anatta permite reconocer las apariencias como el
propio resplandor. Pero eso aún no es anatta propiamente dicha sin el
reconocimiento de la originación dependiente.
Así, se puede realizar anatta en el sentido de que
la agencia es un constructo convencional que no existe en el ‘experimentador
experimentando’ o ‘oyente oyendo el sonido’ o ‘vidente viendo el paisaje’ …
etc., pero sin llegar a comprender la originación dependiente y sus
implicaciones, y viceversa.
Es decir, anatta,
originación dependiente y vacío,
luego ambos.
Luego, originación dependiente y la relación de los
constructos nominales con la eficacia causal.
Luego, originación dependiente y la presencia
espontánea.
Y la perfección natural.
Todo esto debe estar claro.”,
“También puede significar la ausencia de yo
resuelta en monismo.
También puede significar ausencia de yo y ausencia
de esencia, sin el insight de que la originación dependiente está libre de 8
extremos.”
Soh sobre las “Ocho Negaciones”:
Traducción de ChatGPT de
“Las llamadas ‘Ocho Negaciones’ son: no surgir, no
cesar, no ser permanente, no ser continuo, no ser uno, no ser diferente, no
venir y no ir. Estas Ocho Negaciones tienen como objetivo principal desmontar
el apego a la naturaleza inherente del yo en los seres sensibles. Dicho de otro
modo, los fenómenos dependientes de la originación son, por naturaleza, vacíos
e inalcanzables. Sin embargo, los seres comunes, los practicantes heterodoxos y
aquellos con ciertas realizaciones no logran comprender el vacío de todos los
fenómenos. Persisten en aferrarse a la realidad de las cosas, desde la realidad
del sentido común hasta la realidad metafísica, sin poder trascender sus
ilusorias visiones de una naturaleza inherente del yo.
Estas visiones inherentes del yo se manifiestan de
diversas maneras:
En el tiempo: Visiones de permanencia y de
cesación.
En el espacio: Visiones de unidad y de diferencia.
En el movimiento del tiempo y del espacio:
Aferrarse al ‘venir y al ir.’
En la verdadera naturaleza de los fenómenos:
Aferrarse al ‘surgir y al cesar.’
Estas ocho medidas de surgir y cesar son las causas
fundamentales de la confusión de los seres sensibles y no se alinean con el
Camino Medio, que está libre de todas las ilusorias visiones y fabricaciones
conceptuales. Por ello, el Bodhisattva Nagarjuna estableció las ‘Ocho
Negaciones’ para eliminar todas las confusiones acerca de la realización y para
revelar el Camino Medio de la no‑realización. Como decían los antiguos:
“El viento de la maravillosa doctrina de las Ocho
Negaciones barre el polvo de los pensamientos ilusorios y de las fabricaciones
conceptuales; la luna del insight correcto sobre la no‑realización flota sobre
el agua del Camino Medio de la realidad.”
Ver también: La Noche Oscura del Alma,
Despersonalización, Disociación y Desrealización
Etiquetas: Anatta, Yin Ling |
This concludes the complete literal re‑translation
of the Original English Text into Spanish.
[End of New Translation]